En primer lugar, por supuesto, el suministro de agua: agua suficiente, presión adecuada, vaciado para el invierno. Además, está la naturaleza del suelo: el agua debe poder filtrarse o escurrirse. La superficie del suelo también debe ser apta para jugar con el agua. Lo más importante es una planificación profesional que se adapte a la topografía existente. Contamos con el dispensador de agua adecuado para el uso económico del agua como recurso.